La endometriosis es una enfermedad en la cual, el tejido que crece normalmente en el interior del útero, crece fuera de éste. Puede crecer en los ovarios, las trompas de Falopio, el intestino o la vejiga, entre otros órganos y tejidos.
La endometriosis puede causar dolor pélvico intenso, sangrado menstrual irregular, dolor durante las relaciones sexuales e incluso puede causar problemas de fertilidad en algunas mujeres.
Aparato reproductor femenino
En la endometriosis, el tejido endometrial puede migrar a lugares tan lejanos como el cerebro. La afectación extragenital afecta a entre un 3 y 37% de las mujeres que padecen endometriosis. Una de las zonas afectadas es el sistema digestivo, sobre todo el colon rectosigmoide, afectando a la digestión.
Esta enfermedad es crónica y no tiene cura, pero existen diferentes tratamientos para aliviar los síntomas.
Papel de la nutrición en la endometriosis
La evidencia científica actual sugiere que la dieta y el estilo de vida pueden influir en la presencia de inflamación en el cuerpo, la actividad estrogénica, el ciclo menstrual y el metabolismo de las hormonas. Por lo tanto, la dieta y el estilo de vida también pueden afectar el riesgo de desarrollar endometriosis.
Existen varias teorías que relacionan la endometriosis con la dismenorrea, que es el dolor asociado a la hemorragia menstrual debido a las contracciones menstruales del útero.
Uno de los posibles factores que afectan tanto a la endometriosis como a la dismenorrea son los niveles de prostaglandinas. Las prostaglandinas son sustancias parecidas a hormonas que se producen en el cuerpo en base a nuestra actividad o lo que comemos, por ejemplo, y actúan como mensajeros químicos generando otras reacciones corporales. Tienen una variedad de funciones importantes en el cuerpo, incluyendo la regulación de la inflamación, la coagulación, la contracción del músculo y la sensación de dolor.
Inflamación en la endometriosis
La inflamación es un proceso patológico que se da en cualquier parte del organismo mediada por una disfunción del sistema inmunitario y cursa con aumento de calor, enrojecimiento, hinchazón y dolor, entre otros. Manifestaciones que ocurren en la endometriosis.
Existen prostaglandinas que promueven la inflamación y otras que ayudan con ella (más información). Un buen balance es importante porque podrían ayudar con la la inflamación y el dolor asociados con la endometriosis. Los ácidos grasos Omega-3 derivados de la dieta (EPA y DHA) aumentan los niveles de PG antiinflamatorias y se relacionaron con una reducción de la inflamación y, por lo tanto, con un menor dolor.
Seguidamente podemos ver un gráfico que muestra, según un estudio prospectivo, el impacto de la sustitución de ácidos grasos en el riesgo de endometriosis. (Ver estudio de Missmer y col. (2010))
En esta tabla podemos observar como el riesgo de endometriosis es menor (barras se desplazan a la izquierda) cuando se consume omega 3 en lugar de grasa saturada o grasa trans, y como aumenta considerablemente con el consumo de grasas trans en lugar de omega 3 (barra desplazada a la derecha).
Oxidación en la endometriosis
Otro factor que podría influir en esta patología son los polifenoles, que son moléculas con más de un grupo fenol que se encuentran en plantas. Algunos ejemplos son los taninos, flavonoides, la lignina o el resveratrol. Estas moleculas tienen una actividad antiinflamatoria y antioxidante.
La oxidación es un proceso bioquímico de pérdida de electrones siempre asociado a otro de captación que llamamos reducción. Esta oxidación es fundamental para la vida pues participa en los procesos de obtención de la energía celular. Sin embargo cuando existe un exceso de oxidación aparece el estrés oxidativo y se generan radicales libres, moléculas que interactúan mucho y afectan a otras células, dañándolas, o al propio proceso inflamatorio.
La fruta y la verdura se caracterizan por su alto contenido en polifenoles y su importante poder antioxidante, estabilizando los RL. Por esto, las recomendaciones de fruta son como mínimo 3 raciones diarias, siendo una de ellas del grupo de los cítricos para aumentar el aporte de vitamina C y al menos 2 raciones al día de verduras. Con estas recomendaciones aumentaremos el poder antiinflamatorio de la dieta. (Ver recomendaciones nutricionales para pacientes con endometriosis del “Hospital Univeritario La Paz”)
Conclusión
La endometriosis es un campo de investigación en expansión. Hay muy poca evidencia científica sobre los trastornos hormonales y los trastornos que afectan al aparato reproductor de la mujer.
Afectan a esta condición muchos factores como el genético, el medioambiental o el social. En cambio, está claro que una alimentación equilibrada acompañada de ejercicio físico diario (es decir, cambios en el estilo de vida), pueden colaborar en una mejora de los síntomas e incluso disminuir el riesgo de padecer endometriosis.
Artículo realizado por Cristina Méndez, alumna en prácticas en nuestra consulta y a la que agradecemos enormemente su labor y buena disposición para aprender 🙂